El Asedio es una novela dedicada a la ciudad de Cádiz, en uno de los mejores momentos de su historia: 1811-1812.
Es una novela de intriga, donde diferentes historias cruzadas se entrelazan en torno a una serie de crímenes cometidos por un asesino en serie que utiliza un curioso nexo común: ocurren en lugares relacionados con las bombas que caen en Cádiz procedentes del asedio francés a la ciudad.
Como digo es una historia de historias, y como suele pasar en este tipo de novelas, unas te enganchan más que otras. En estos casos siempre pienso que el éxito de la novela para cada lector consiste en el número de historias que te enganche. Si son suficientes como para vencer el hastío que te provoca las que no te enganchan, la novela te gusta; si no, la acabas abandonando.
Por ese motivo no soy capaz de recomendar esta novela a ningún tipo de lector. Por el modo en el que está escrita es fácil de leer: no tiene ni vocabulario y gramática excesivamente alejada de la realidad cotidiana, con lo que las páginas pasan con bastante rapidez (salvo en los trozos más marineros, que a los que el mar nos cae un poco lejos, por ejemplo en Castilla, se nos hacen difícil de seguir). Por lo tanto los lectores inexpertos pueden seguirla con facilidad. Pero sí que es cierto que hay momentos en los que las historias secundarias, dado que hay 2 principales, se hacen demasiado largas.
A mi me han gustado mucho las historias principales: la búsqueda del asesino y la relación entre la señorita Palma y el Corsario, y alguna de las secundarias. Pero por desgracia hay una o dos historias secundarias que se me han hecho un poco cuesta arriba, lo que hace que la lectura vaya a trompicones y que, por lo que algún alumno me ha confesado, haya muchos abandonos.
Por lo demás es muy recomendable para amantes de la historia de España, amantes del mar y amantes de Cádiz.
Por lo demás es muy recomendable para amantes de la historia de España, amantes del mar y amantes de Cádiz.
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