domingo, 29 de septiembre de 2013

La verdad sobre el caso Harry Quebert - Joël Dicker

Ésta es una de las típicas novelas que, en mi caso, no me suelen gustar y es que reúne muchos de los ingredientes que hacen que no me anime a leerlas. En primer lugar, di con ella en la sección de libros de un hipermercado, lo cual no era difícil, pues ocupaba toda una mesa: parece que necesitan metértela por los ojos porque de otro modo no la leerías, y eso me suele hacer sospechar. No entiendo esa manera de vender, me da la sensación de que va dirigida a los que no suelen leer, más que a los que leemos asiduamente, y disfrutamos también del curioseo entre las mesas de una librería; pero el caso es que allí estaba.
En segundo lugar, la misma contraportada te cuenta que es una novela negra cuyo inesperado golpe final lo cambia todo. Odio que hagan eso, odio que jueguen conmigo haciéndome creer que las cosas son de un modo y al final resulte que no; que todo es diferente y te quedas con una cara de tonto tremenda. Pienso que una buena novela es aquella que te gusta ir leyendo, no solo lo que te mantiene en vilo 600 páginas en busca de un final que resulta como sacado de una chistera. Son muchos los ejemplos de novelas y películas que tienen ese vicio, y seré un bicho raro, pero no me gusta.

El caso es que pese a todo, y alguna otra cosa más en contra, decidí leerla; y he de reconocer que me ha gustado. No es el "novelón" que anuncian, pero está bien. Me gusta del autor que gestiona muy bien al protagonista. Él es un escritor, que quiere demostrar que su amigo, otro escritor, no ha matado a la chica que aparece en su jardín y con la que tuvo una relación. Y a medida que el protagonista se va enterando de las cosas, nos vamos enterando nosotros. Él no sabe algo que nosotros no sepamos, y eso es muy bueno, porque hace la trama muy creíble.

Además hay una serie de historias paralelas que hacen la novela muy interesante, incluso como fuente de temas de reflexión, y eso también es de alabar. Temas como las relaciones de amor entre adultos y adolescentes, los procesos creativos de los escritores, el funcionamiento del sector editorial, la amistad,... están reflejados de un modo muy cercano, huyendo de demagogias y frases magistrales.

Todo ello hace que el camino hacia el final (inesperado) resulte mucho más que un montón de páginas de historias insulsas y falsas pistas.

Una novela recomendable, pero como otras muchas.