viernes, 28 de febrero de 2014

Los peces de la amargura - Fernando Aramburu


http://sim1.subirimagenes.net/img/2013/09/05//13090504401068068.jpg

Los motivos por los que uno llega a leer un libro son de lo más variado. En este caso he llegado a esta recopilación de cuentos de Fernando Aramburu por casualidad. Buscaba en una librería ejemplares de bolsillo de "El guardián entre el centeno" para unos alumnos cuando caí con la portada de este libro. Me gustó mucho "Los años lentos" (con el que el autor ganó el premio Tusquets)  y por eso me paré ante la portada. En ella había la siguiente nota firmada por Arturo Pérez-Reverte: "La realidad vasca. La de verdad".
Lo primero que uno se encuentra al leer esta recopilación de cuentos es la enorme capacidad de Aramburu de hacer hablar a sus personajes a su manera. Es increíble como cada personaje habla de un modo diferente y eso les hace muy creíbles. Pero al final lo que quedan son las situaciones narradas, todas en relación con el conflicto vasco, con ETA,... desde todos los puntos de vista, desde la realidad cotidiana de los que cada día lo viven.
Una lectura muy recomendable para todo aquel que quiera conocer todas las "verdades" de la realidad y no sólo la que a uno le interesa. No se lo recomiendo a quien crea que lo sabe todo sobre el entorno de ETA y no se plantee ponerse en el lugar de los demás (terroristas y afines incluidos).

viernes, 21 de febrero de 2014

Ravel - Jean Echenoz


 http://image.casadellibro.com/libros/0/ravel-9788433977274.jpg

He de confesar que tengo una sana costumbre: hacerme caso a mí mismo. Cuando comenté "14" de Echenoz señalé que me daba la impresión que las listas de los mejores libros del año se alimentan de las últimas publicaciones de autores que en su día triunfaron y que hoy apenas aportan poco más.
Por ese motivo me dio por revisar publicaciones anteriores de Jean Echenoz, dado que no acabé de ver que tenía de especial "14". Por ese motivo leo "Ravel".
Y por supuesto, esto es otra cosa. Narra los últimos años de la vida del autor de "Bolero" de un modo muy especial. Su modo de narrar convina la síntesis con la belleza, lo que no es fácil. Porque muchas veces cuando se trata de evitar el exceso de palabrería a la hora de escribir se corre el peligro de la hacer la narración demasiado periodística, nada poética. Pero Echenoz es capaz de concretar haciendo pasajes francamente especiales.
Y ahora viene la comparación (siempre tan odiosa). Y es que poetizar y sin excederse en el número de páginas sobre músicos, artistas y la sociedad del momento es una cosa, y hacerlo sobre la primera guerra mundial es otra.
Llego a la conclusión de que "14" sólo puede gustar a quien ya conozca la obra de Echenoz y sepa a lo que se enfrenta, lo que tiene que esperar del autor. En ese caso sí puede ser interesante ver como este tipo de escritores se enfrenta a un tema tan rotundo y opuesto a la belleza como es una guerra. Pero si esperas un libro de guerra, decepciona.
En cambio si crees que vas a leer una tediosa biografía de un gran músico y te encuentras con "Ravel" te emocionas, te alegras de su belleza, concreción, facilidad de lectura.
Todo depende, en mi opinión, del tema.

miércoles, 12 de febrero de 2014

El estudiante de Salamanca - José de Espronceda


http://image.casadellibro.com/libros/0/el-estudiante-de-salamanca-9788446037699.jpg

Desconozco si tengo lectores que siguen este blog habitualmente, o todos caen en él por casualidad; pero tanto unos como supongo que sentiran un cierto estupor al ver esta reseña. Quisiera aprovecharla para recordar el motivo que originó el blog y que procuro no perder de vista: recomendar lecturas a mis alumnos del Centro de Educación de Personas Adultas de Cuéllar. Suelo recurrir a literatura actual porque es la que más fácil me resulta de leer y por tanto recomendar, pero de vez en cuando es bueno echar la vista atrás.
Sobre todo porque cambia nuestro modo de leer. No es lo mismo leer a Pérez-Reverte que a Espronceda. Y aunque es imposible leer "El Estudiante de Salamanca" como si fuera "El Asedio", dado que requiere un nivel de concentración y de relectura de pasajes mucho mayor, no estaría de más que leyeramos las novelas del siglo XXI con la atención necesaria para el XIX. En vez de dejar pasar los ojos por las líneas y páginas para que fluya la historia, detenernos en las palabras y su belleza. Cambiaría mucho nuestra opinión sobre ciertos autores.
Ventajas del "Estudiante de Salamanca": nos muestra con mucha claridad las claves de la literatura romántica y nos acerca desde otro punto de vista el mito del Tenorio.
Sé que puede parecer una tortura, pero al igual que muchas novelas no aguantan una relectura, este tipo de textos lo exige. Se lo he pedido leer a mis alumnos en clase y se tarda unas 2 horas. Contando con elección, preparación y 3 grupos que tengo de Arte-Literatura lo he leído 5 veces en una semana y puedo afirmar que cada lectura te muestra matices diferentes. Y aunque no pido que lo leáis 5 veces (al igual que no voy a volver a leerlo yo, por mucho que pueda que algo se me haya escapado) 2 o 3 veces son muy interesantes.

lunes, 3 de febrero de 2014

Sukkwan Island - David Vann



La ventaja de que alguien te regale un libro es que no lo eliges tu. Suena evidente, pero leer algo que no has elegido no suele ocurrir; es como entrar en una sala de cine sin saber de qué trata la película. La experiencia es muy recomendable porque uno va descubriendo las claves de la historia poco a poco.
En este caso es una historia un poco angustiosa de partida. Un padre se lleva a su hijo a una isla a la que sólo se accede en hidroavión, para fortalecer sus lazos. El padre está separado y en cierto modo piensa que de este modo su vida empezará a mejorar.
Está dividido en dos partes y juega de un modo curioso con el narrador. La primera parte trata sobre todo de los motivos del padre (en realidad de su vida), pero la narra el hijo. La segunda parte, en cambio, la narra el padre, aunque el protagonista (en cierto modo) es el hijo.
Hay otro elemento sorprendente. La narración es plana, casi monótona en casi todo el libro, salvo en ciertos momentos que se vuelve frenética. Consigue por un lado transmitir la sensación de angustia provocada por el aislamiento, con esa monotonía, y a su vez sorprender mucho más en los pasajes frenéticos.
Pero también el libro tiene un punto realista, en el mal sentido. La ficción se crea para que todo tenga un motivo, un porqué, y aunque halla sorpresas, los autores las suelen justificar. En este caso las sorpresas vienen porque sí, y ya está. Y aunque mantienen viva la narración, te dejan estupefacto (vamos, con cara de tonto).