lunes, 27 de febrero de 2012

Doctor Glas - Hjalmar Söderberg

 A finales de diciembre 2011, en el suplemento de El País, Babelia, se publicó la lista de los mejores libros del año. No es que sea yo muy partidario de este tipo de listas, pero en ciertos momentos sirven como fuente de inspiración para elegir lecturas. He de confesar que de los 25 libros que aparecían en la lista, sólo había leído 2; así que me propuse leer alguno de los otros 23.
Y es por ese motivo, por el que caí con esta pequeña joya. En primer lugar aclarar que no es un libro de 2011, sino de 1905. Eso sí, publicado por una pequeña editorial el año pasado en España. La publicación incluye además, a modo de prólogo, el informe que un asesor hizo a la editorial sobre la conveniencia de publicar la novela. Este asesor acabó siendo el traductor de la misma: Gabriel Ferrater.
Y digo que es una joya porque resulta una de las lecturas más actuales, más intensas y más críticas con la sociedad que he leído, pese a tener más de 100 años.
En realidad es un diario que un médico, el Doctor Glas, escribe en Estocolmo a lo largo de un verano. Este Doctor recibe la visita de una mujer que le pide ayuda para tratar de apaciguar los deseos sexuales de su marido, el pastor luterano de la localidad. La mujer le reconoce que siente asco al mantener relaciones con su esposo, mucho mayor que ella, y por el que no siente ningún tipo de afecto.
El argumento aborda las distintas soluciones que buscará el médico para complacer a su paciente, algunas más livianas, otras más definitivas.
Pero lo que sobre todo llama la atención son las reflexiones sobre distintos aspectos que va intercalando en su diario. Nos hablará sobre las relaciones sociales, matrimoniales, sobre la salud, llegando a tocar el tema de la eutanasia,... y resulta sorprendente la sensatez que tiene el autor, en 1905. (Por lo que he podido averiguar se buscó un montón de críticas del lado conservador a raíz de la novela).
El modo de narrar es muy directo, no se anda por las ramas. Esto hace que, aunque se trate de una novela breve, contiene un montón de información, por lo que hay que leerla con calma para no saturarse.
Muy recomendable para los aficionados a la literatura de principios del siglo XX, se sorprenderán de la diferencia entre España y Suecia. También la recomiendo para los que les gusta que una novela les ponga contra las cuerdas en sus planteamientos éticos y morales.

lunes, 20 de febrero de 2012

Némesis - Philip Roth

Némesis es la última novela de Philip Roth. En ella tratará de ahondar en los dilemas morales que suceden entre lo que uno quiere hacer y lo que debe hacer (o más bien, lo que cree que debe hacer).
El protagonista, Eugene Cantor, es un monitor deportivo de tiempo libre que se dedica a organizar actividades para los chavales del barrio en el verano de 1944. A lo largo de ese verano, sucederá una de las peores epidemias de polio que se conocen en EEUU, y muchos de estos chavales se verán afectados. En realidad Cantor arrastra una gran frustración por no haber podido participar en la Segunda Guerra Mundial, por un problema de visión y esto le lleva a asumir con gran responsabilidad su papel en la vida de los chavales.
Al tiempo, su novia está en un campamento de verano y le anima a que se vaya con ella y así evitar verse contagiado.
Y es que la novela, en realidad, trata sobre los dilemas que Cantor tiene entre quedarse en el barrio con los chavales de los que es responsable y arriesgarse a verse contagiado o ir con su novia al campamento y encontrarse mucho más feliz. De la decisión que toma y sus consecuencias nos irá dando cuenta la novela.
Creo que lo mejor que tiene esta lectura es que va dando "vueltas de rosca" a los dilemas morales del protagonista, hasta el punto de que, por muy claro que tengas lo que tú harías en el caso de que te vieras en su lugar, te va a hacer dudar. Y además es capaz de no quedarse en la superficie, sino de llevar el asunto hasta las últimas consecuencias.
El modo de escribir es peculiar. En primer lugar es extraño el punto de vista. Hasta la mitad de la novela, más o menos, no te cuenta quién es el narrador, y esto a su vez dará lugar a un cambio importante del planteamiento. Porque durante el principio, te parece que el narrador no va a aparecer y sólo queda una cierta frialdad en el relato de los acontecimientos, como si el que los cuenta no los hubiera vivido. Esto hace que cueste entrar en la historia. Además es una novela breve y por lo tanto concisa. No se pierde en descripciones superfluas ni en detalles secundarios, con lo que la intensidad es la suficiente como para no poder relajarse en ningún momento.
No diría que es una novela difícil de leer, pero tampoco es sencilla. Y aunque las reflexiones son muy interesante para todos, no la recomiendo para principiantes.

lunes, 13 de febrero de 2012

El día de mañana - Ignacio Martínez de Pisón

El día de mañana, de Ignacio Martínez de Pisón, es una de esas novelas que vale la pena tanto por lo que cuenta, como por cómo lo cuenta. En primer lugar, en referencia a lo que cuenta, aprovecha a vida de un personaje como es Justo Gil, a lo largo del final del franquismo y de la transición, para mostrarnos una realidad tamizada por la historia y por la defensa de la ejemplaridad de la Transición Española.
Nada más allá de mi intención de quitar mérito a los "padres de la Constitución", por la labor realizada en los años que abarcan desde la muerte de Franco, a la firma de la Carta Magna, pero muchas veces, a los que no la vivimos directamente, se nos muestra como un periodo demasiado idealizado.
Ignacio Martínez de Pisón aprovechará las capacidades del protagonista de la novela, para mostrarnos esa otra transición, mucho más real por verse reflejada en la vida cotidiana de los ciudadanos del momento.
Pero lo que más llama la atención de la novela, al menos en primera instancia, es que no haya un narradador único. Ni siquiera que el propio protagonista nos cuente su historia. Sino que sean aquellos que le conocieron a lo largo de su vida los que nos cuenten lo que supieron de él. Así, la novela se va estructurando en torno a las confesiones de una veintena de personajes, que sólo tienen en común que en algún momento de sus vidas, coincidieron con Justo Gil. Y de paso, además de contarnos lo que saben del protagonista, nos explican sus vidas y circunstancias, lo que nos da una visión muy amplia de este periodo convulso de la historia de nuestro país.
Cada una de esas historias, unas más largas, otras más puntuales, está narrado de un modo clásico, muy fácil de leer, lo que convierte a esta novela en una de esas recomendaciones aptas para todos los tipos de lectores. Aunque convendría advertir que en algunos momentos, sobre todo si se lee demasiado despacio, es necesario volver sobre alguno de los personajes para seguir el hilo de su historia, dado que no nos cuentan cada uno su historia del tirón, sino que se van intercalando para que sea la vida de Justo Gil la que nos aparece de manera cronológica. De este modo hay dos o tres personajes que coincidieron con el protagonista en diferentes etapas de su vida y, por lo tanto, nos van a contar sus recuerdos en varios capítulos.
En conclusión, una historia grata de leer, y con la que además se aprende un poco más sobre la historia de España.

lunes, 6 de febrero de 2012

Nada - Carmen Laforet

Hace tiempo, decidí volver a leer todos aquellos libros que a lo largo de mi etapa de estudiante me han obligado a leer y que, pese a todo, me han dejado un buen recuerdo. De vez en cuando, los iré intercalando con lecturas más actuales, para así ampliar un poco el abanico de mis propuestas.
Cada vez que leo una novela ambientada en Barcelona, lo que suele ocurrir bastante a menudo porque la capital catalana ha sido muy utilizada en la literatura del último siglo, me acuerdo de la novela que seguramente mejor me mostró el espíritu de la ciudad. Me estoy refiriendo a "Nada", de Carmen Laforet. Fue, como he dicho, una de esas lecturas de Instituto que me llegó a lo más profundo de mi ser, lo cual no suele ser frecuente.
Pienso que lo que hace grande a "Nada" es que consigue que te hagas sentir como la protagonista sin la necesidad de contarte cómo se siente. Solamente mediante la descripción y los diálogos que suceden dentro de la casa a la que llega para estudiar el primer curso de la Universidad.
El argumento, por otro lado, es sencillo: Andrea llega a la casa de su familia en la calle Aribau con el gran recuerdo de su anterior visita a la ciudad y con el sueño de vivir una etapa estimulante en su vida. Pero contra lo que ella piensa, se encuentra con una familia en decadencia, donde cada persona se ha convertido en una caricatura de si mismo. En un ambiente enrarecido y conflictivo, donde cada uno trata de sobrevivir como puede, tratará de hacer sus sueños realidad y centrarse en sus estudios. Será precisamente el contacto con sus compañeros de la Universidad lo que le dará el oxígeno necesario para poder aguantar un curso en el que, al menos a simple vista, no pasará nada.
Me parece una lectura muy recomendable por su ritmo y por su capacidad de sugestión, aunque por momentos resulte un poco claustrofóbica (vamos, que te dan ganas de dejar de leer solo para que la pobre Andrea descanse un poco de esa realidad tan tenebrosa). Pero sin duda, es la gran aportación de Carmen Laforet a la literatura y una lectura obligada para todos los aquellos a los que nos gusta esto de descubrir las historias que se esconden entre las páginas de un libro.