lunes, 30 de abril de 2012

Vidas de hojalata - Paul Harding

"Vidas de hojalata" es la primera novela del músico Paul Harding. Es una de estas novelas que pasan de una editorial a otra sin que nadie crea en ella, hasta que una pequeña edición se decide a publicarla. A raíz de la publicación recibe el Premio Pulitzer y pasa a ser una obra reconocida por público y crítica.
Las historia parte de un hombre enfermo, relojero de profesión, situado en una cama en el salón de su casa. Desde allí comenzará a mezclar recuerdos, tanto suyos como de su padre, un vendedor ambulante con ataques de epilepsia. Tanto los recuerdos, como varios sueños, surgen sin un orden concreto, tal y como acudirían a la cabeza de un hombre agonizante que pierde, poco a poco, la cordura.
En la narración se irán entremezclando, además, fragmentos de un manual de relojero y definiciones de un diccionario un tanto particular.
Pero lo que llama la atención de la novela no es tanto lo que cuenta, como el modo de hacerlo. La novela es breve, pero muy intensa y sobre todo muy creativa. En ese sentido he de indicar que se ve reflejado el hecho de que el autor es músico. Hay una gran cantidad de simbolismos en los sueños que tienen los personajes, así como en los fragmentos del manual de relojero. En realidad, lo que pretende Harding es transmitir una idea sobre la vida en sí, a través de las historias de ambos personajes.
No es una lectura sencilla. Requiere de una cierta capacidad de percibir los simbolismos, así como de leer entre líneas. No esta escrita de un modo tradicional y eso puede hacerla imposible para los lectores principiantes, así como para los que gustan de un modo de narrar propio de best-sellers. Pero en sí es una pequeña obra de arte, una historia que muestra con dos ejemplos, un modo muy profundo de entender la existencia.


lunes, 23 de abril de 2012

Los inmortales - Manuel Vilas

Hay diferentes motivos por los que uno se anima a leer un libro, sobre todo si no lo tiene que pagar. Y es que en las librerías somos muchos los que deambulamos por las mesas de sugerencias para leer contraportadas y decidir que libro comprar. Y es precisamente el hecho de comprarlo el que hace que no te arriesgues demasiado. Pero hay unos grandes lugares por los que deambular mirando libros que puedes leer sin pagar: las bibliotecas. El otro día acudí a la Biblioteca Pública de Valladolid y en la típica mesa de "novedades", me encontré con una portada llamativa. Así que sin saber nada del autor, ni de la novela me propuse leerla. La sorpresa fue monumental.
Los inmortales, de Manuel Vilas, parte del año 22011 (no se me ha ido el dedo), en un lugar en el que todos son inmortales y que encuentran unos textos arqueológicos que cambian la concepción de los primeros inmortales y los humanos que morían.
Y a partir de ahí surgiran una serie de capítulos en los que diversos personajes famosos, inmortales, vivirán situaciones imposibles. Saavedra juega a ser inmortal como en la película y matar otros inmortales con su espada en Tenerife en la actualidad. Pablo Picaso y Van Gogh acaban en una orgía de gordas en París. El propio Manuel Vilas habla con el Rey de su anterior novela,...
En realidad la sensación que te queda es de estupefacción: no sabes si estás viviendo una broma o algo serio. Algo parecido a lo que se siente cuando se entra en una Feria de Arte Contemporáneo (tipo ARCO), o se escucha a Schoenberg. Lo que lees no se parece a nada que hayas leído antes. Los capítulos no tienen realmente una conexión entre sí, hay personajes que salen en varias ocasiones, pero no hay una trama. Solo reflexiones que salen de los planteamientos absurdos, esperpénticos que unos personajes inmortales sacados de su contexto crean con sus peripecias.
Supongo que tiene diferentes niveles de comprensión, y en ciertos casos te quedas en la superficie y te parecen situaciones divertidas, y en otros casos intentas ir más allá y aparecer críticas a nuestra sociedad, capitalismo y también un gran deseo de inmortalidad.
De todos modos, solo lo recomiendo para quien quiera leer algo original, sin punto de comparación con todo lo que os he recomendado en anteriores ocasiones.

lunes, 16 de abril de 2012

Naturaleza casi muerta - Carme Riera

Cuando escribo las reseñas de este blog, suelo utilizar una estructura similar para todas: en primer lugar indico cómo he llegado a la novela, su argumento, lo que me ha llamado la atención y por último para qué tipo de lector la recomiendo.
En este caso voy a empezar por el final, por la recomendación, dado que es lo que me parece más llamativo. Y es que esta novela es más recomendable para lectores inexpertos o que están empezando (o que no disponen de demasiado tiempo al día para leer), que para quien dedica buena parte de su tiempo libre a la lectura. Me explico.
Naturaleza casi muerta es una novela negra. Un alumno de Erasmus desaparece en la Universidad Autónoma de Barcelona en medio de las manifestaciones por el Plan Bolonia. Al principio, sólo sus amigos más cercanos dan importancia al asunto. Tanto la policía, como la Universidad, piensan que el desaparecido se ha marchado por voluntad propia.
Ciertos acontecimientos, que no voy a desvelar aquí, mostrarán a las autoridades el error que han cometido, no tomando en serio la desaparición.
Y es que Carme Riera plantea una novela negra de manual; muy bien construida. La narración nos va llevando por diferentes hipótesis, dirigiendo nuestro pensamiento hacia quién será el malo, para después demostrar que estamos equivocados (¿o no?). Se suceden las escenas y la historia te mantiene en vilo hasta el final.
Pero por otro lado es una historia tremendamente concreta. Estructurada en capítulos cortos, va directa al grano. No se entretiene en historias secundarias, ni en explicar la vida de los personajes, sino que se centra en la investigación. A lo sumo, incluye alguna crítica a la Universidad y al nivel académico de sus alumnos.
Y por eso digo que la recomiendo para lectores inexpertos. Los lectores habituales de novela negra se van a ver decepcionados, porque huye de la mitomanía que suelen general los investigadores en estas historias (estoy pensando en Millenium, pero no sólo). Todas las novelas negras que he leído suelen tender a alargar los capítulos, con la intención de mantener en vilo al lector el máximo tiempo posible, lo que está bien si lees bastante, pero se hace insoportable para los lectores principiantes. En cambio, esta novela resulta demasiado concreta para los que les gusta recrearse con las historias, y no creo que sea de su gusto.
De todos modos, no está mal que todos le deis una oportunidad, resulta muy entretenida de leer.

lunes, 9 de abril de 2012

Caligrafía de los sueños - Juan Marsé

"Caligrafía de los sueños" es la primera novela que leo de Juan Marsé, y tal vez por ese motivo, no consigo tener claro cómo valorarla. Cuando empecé a leerla, no tenía idea de cómo escribe Marsé. Sabía que es un escritor consagrado, premiado, muy leído,... pero desconocía su modo de narrar. Y aquí es donde esta el problema.
Marsé nos cuenta la historia de una mujer, a la que su pareja abandona, pero manteniéndola pendiente de una carta que prometió enviar a través de la dueña de un bar. Esta mujer tiene una hija, que sufre viendo como su madre va dejando escapar su vida por culpa de una carta que nunca llega.
Y de todo esto es testigo un chaval, que hará de narrador. Un chaval extraño, que sueña con ser pianista, y acabará descubriendo la pasión de escribir. Un chaval con su propia historia.
Todo esto ambientado en la Barcelona de la década de los 40, citando textualmente: "el culo del mundo". Una ciudad de hambre, miseria,... pero una ciudad también de barrios donde se vive de manera humilde y todos saben de todos, y todos se preocupan de todos.
Marsé estructura la novela en escenas. En fotos fijas en las que los personajes se mueven despacio, y las descripciones son tan minuciosas, tan poéticas, tan precisas que eres capaz de transportarte a ese lugar, a esa época y sentir como ellos. Es una novela de sentir y de disfrutar con el uso de las palabras, y con el manejo de las estructuras narrativas para hacer que te envuelvan y te atrapen y así ir avanzando en la trama.
El principal inconveniente de este modo de escribir es que se hace lento y pesado. Cuesta hacer que la trama avance y al final te ves leyendo 400 páginas en las que el argumento se podría resumir en 100. El resto, las otras 300, es poesía, es arte con las palabras.
Así que, como ya he dicho en ocasiones anteriores, depende de lo que busques en una lectura, así de recomendable es. En este caso, es recomendable para los amantes del lado poético de la narrativa. Recomendable para los que disfrutan con las descripciones minuciosas y los relatos pausados.

lunes, 2 de abril de 2012

La verdad sobre el caso Savolta - Eduardo Mendoza

Buscando libros para recomendar a un grupo de alumnos, recordé una de las lecturas que más me llamó la atención de mis años de Instituto. Recuerdo que la profesora de Lengua, sorprendida porque no habíamos entendido absolutamente nada de "El guardián entre el centeno", libro que nos pidió para el primer trimestre, se decantó por esta novela de Eduardo Mendoza para el segundo. En este caso acertó.
Acertó sobre todo porque no es una novela al uso. La historia no está contada de un modo lineal, sino que irá intercalando una serie de historias de un modo desordenado, tratando de que la visión de conjunto nos muestre una realidad, por otro lado, impresionante: las huelgas en la industria catalana al final de la I Guerra Mundial.
La historia trata nos cuenta la investigación sobre la muerte de Savolta, dueño de una fábrica de armas en Barcelona. En la investigación se irán entrelazando historias secundarias, personajes inolvidables que dibujan una sociedad levantada contra la opresión de los empresarios y dueños de las fábricas. Un sociedad de matones, sindicatos, huelgas,... en la que Javier Miranda, un pasante de un pequeño despacho de abogados, se verá inmerso sin saber muy bien hacia dónde moverse, ni a quién acudir.
Una historia, en conclusión, de personajes con dobles caras, de intereses ocultos, de medias verdades; magistralmente contada por Eduardo Mendoza, en el que fue su debut literario.
Ahora bien, si me planteo a qué tipo de lector recomendar esta novela, he de excluir a los lectores inexpertos o muy ocasionales. El motivo es el siguiente: la primera parte de la novela está contada de un modo muy complicado. Las historias, sin relación aparente, se cuentan entrelazadas. Una acaba sin sentido y empieza la siguiente. Es como si tirásemos un montón de fotográfías en una mesa y unas tapasen a otras. El resultado es una imagen de la Barcelona del momento, pero para verla es necesario coger distancia, o dicho de otro modo, leer lo suficientemente rápido como para no perder el hilo. Así que si no se va a disponer de demasiado tiempo para leer, o no se es capaz de leer más de 10 páginas seguidas, es mejor no empezar está novela, el fracaso está asegurado.