lunes, 26 de marzo de 2012

En el país de la nube blanca - Sarah Lark

"En el país de la nube blanca" es una de esas novelas que cuando la empiezas sabes lo que te vas a encontrar. Su tamaño, unas 750 páginas, y su estructura, está dividida en 3 partes, con una larga lista de capítulos, recuerda a todo un género de grandes novelas, ambientadas en épocas pasadas, que parten de una idea de saga familiar.
Dos mujeres, con orígenes muy diferentes, viajan a Nueva Zelanda en el siglo XIX para casarse. A partir de ahí se verán en tres aventuras, primero la adaptación a la vida matrimonial, de la que no saben casi nada. Segundo a las realidad de las granjas que se emplean para poblar el país. Y tercero, a las diversas circunstancias por las que les harán pasar sus parejas, hijos,...
Es un libro de mujeres y considero que para mujeres. No soy muy dado a dar recomendaciones sexistas, pero hay que reconocer que los hombres de la novela salen muy mal parados. Son gentuza de todo tipo, mientras que las mujeres actúan de un modo mucho más justo y heroico. Este hecho, así como el excesivo detalle de las descripciones de ropas, decoraciones, ambientaciones, circunstancias,... hacen que piense que va a ser del agrado sobre todo del sector femenino.
En realidad, por otro lado, es una novela fácil de leer. No requiere esfuerzo ninguno por parte del lector, si acaso recordar nombres. Las páginas van pasando, las protagonistas evolucionando, y tu lo único que tienes que hacer es ser testigo de los acontecimientos. Hay partes más entretenidas, otras más aburridas, pero en general resulta una lectura muy recomendable para todo aquel que le gusten este tipo de novelas.
Además, debemos tener en cuenta que es la primera parte de una trilogía, con lo que nos estamos adentrando en una larga historia, mediante la que Sarah Lark nos contará la evolución de estas dos familias, a lo largo de varias generaciones, además de mostrarnos la historia y orígenes de Nueva Zelanda.
Para terminar, está contraindicada para los lectores de acción, que buscan novelas rápidas, breves y concisas, aunque supongo que este tipo de lectores no se ven atraídos por "tochos" de este tamaño.

lunes, 19 de marzo de 2012

Solar - Ian McEwan

"Solar", de Ian McEwan, es una novela difícil de valorar, porque en realidad es también difícil de leer. Narra varios años de la vida de Michael Beard, un físico que recibió el Nobel hace tiempo y que vive de las rentas del premio. Está a punto de divorciarse de su quinta mujer, porque le ha pillado en una infidelidad.
Laboralmente dirige un Instituto de Investigación, donde figura más que trabajar, en el que comenzará a colaborar un becario, impetuoso y con ideas brillantes, que le recordará el científico que un día fue y del que no queda casi nada. Todo ello aderezado con una investigación sobre las posibilidades de la energía solar y la realidad del cambio climático.
El principal atractivo de la novela es el retrato del protagonista: un esperpento de persona, con unas ideas y un modo de vida excesivo desde todos los ámbitos y que, como se dice popularmente, "dará en todo". Tanto personal, como laboramente, es un auténtico desastre, pero pese a todo, sale adelante con una facilidad asombrosa. Pienso que es lo mejor de la novela.
La peor parte viene del lado de las investigaciones. Tanto el trabajo que le hizo merecedor del Nobel (una variación de una fórmula de Einstein), como las investigaciones sobre energía solar, son excesivamente teóricas, casi inaccesibles para los lectores que no tenemos demasiada formación científica.
En el modo de estar escrito me ha recordado a "Libertad" de Jonathan Franzen, solo que Solar tiene más ritmo, no se hace tan pesado por momentos.
Por todo lo dicho, me reafirmo en que "Solar" es una novela difícil de leer; muy interesante por la evolución del personaje protagonista y las mujeres que le acompañan; y también, aunque en menor medida, por una trama de misterio secundaria. Pero en cambio, un poco aburrida en lo que se refiere a las explicaciones científicas de las que ya he hablado.
Recomendable para grandes lectores, con tiempo y ganas de darle una oportunidad a una novela, por otro lado, muy bien construida.

lunes, 12 de marzo de 2012

Sé lo que estás pensando - John Verdon


Una persona recibe un extraño mensaje que le pide que piense en un número cualquiera. Lo hace, y siguiendo las instrucciones del mensaje, abre un sobre que lo acompaña, para comprobar que el remitente del mensaje ha adivinado el número en el que está pensando. ¿Cómo? No es capaz de saberlo; y es tal la desesperación que le entra que decide recurrir a un antiguo amigo suyo, policía retirado, para que le ayude a encontrar a la persona que ha escrito el mensaje y así averiguar cómo ha podido adivinar el número.
Así comienza una novela negra en la que el detective David Gurnet tendrá que resolver el misterio. Como no podía ser de otro modo, el asunto se irá complicando con asesinatos, muertes del pasado que se ven relacionadas, investigaciones policiales y un malo. Vamos, los ingredientes típicos de este tipo de novelas. La mejor parte de la novela que plantea John Verdon es el enigma de los números; es decir, cómo puede ser que alguien adivine el número en el que estás pensando, antes de que lo pienses. El resto no es más que una serie de averiguaciones, deducciones, hipótesis,... y alguna que otra historia secundaria. En muchos casos cuesta creer cómo son capaces de llegar a alguna de las deducciones, pero por lo general la trama está bien hilada, y va discurriendo con interés a lo largo de toda la novela
John Verdon trata este tipo de novelas de un modo ejemplar, manteniéndote en vilo hasta el final, aunque desde mi punto de vista excediéndose en los temas secundarios (problemas con su mujer por un trauma del pasado) y en los estereotipos policiales. 
Pero por lo demás es una novela entretenida de leer y que no plantea mayor dificultad. Recomendable para los aficionados a las novelas negras o a las series tipo CSI. De hecho en mis manos tengo la 16ª edición, con lo que el número de ventas indica que tiene el beneplácito del público. Además, en lo que es una operación de marketing interesante, incluyen el primer capítulo de la próxima novela del detective David Gurney, que va camino de protagonizar una saga.

lunes, 5 de marzo de 2012

Luces de Bohemia - Ramón del Valle Inclán

Hace unas semanas os comenté que me proponía re-leer aquellos libros que me obligaron a leer el mis tiempos de estudiante y que, pese a todo, me dejaron un buen sabor de boca.
Por ese motivo he vuelto a leer "Luces de Bohemia" de Ramón del Valle Inclán, probablemente una de las piezas teatrales más influyentes de la historia de la literatura en español.
Esta obra inicia el estilo literario del Esperpento, con una sátira sobre la imposibilidad de vivir dignamente de la literatura en la sociedad española.
Es mucho lo que se ha escrito sobre esta obra y mucho lo que se puede leer en Internet, con lo que sólo me queda añadir dos o tres datos personales. En primer lugar indicar que he tenido la oportunidad de hablar con varios de mis alumnos sobre el libro y somos muchos los que, pese a no acordarnos demasiado bien de la trama, recordábamos que nos gustó, lo que dice mucho. En realidad es un texto muy divertido, muy inteligente, tal vez un poco complejo, pero que no te deja indiferente. Es tal vez esa complejidad la que hace que mucho de lo leído se olvide con el tiempo y que no recuerdes, después de unos años, más que unos pocos detalles. Pero en el fondo sabes que el conjunto te gustó.
Por otro lado, ni que decir tiene, que merece la pena verla en teatro. El ritmo del texto se convierte en algo vivo y los detalles se hacen muy significativos. Pero también recomiendo la lectura en papel y sobre todo si se dispone de una edición comentada, dado que el texto tiene suficientes "guiños" como para perderse mucho de lo que Valle Inclán nos quiso contar, si solamente se lee o se ve representada. Así que ya sabéis, a leer "Luces de Bohemia", y a verla en el teatro.
Pero hasta aquí. Me explico. Hay una asociación cultural en Madrid que organiza rutas sobre la obra por las ambientaciones de Luces de Bohemia. Sin hacer más sangre, aprovecho para indicar que no merece la pena.