lunes, 28 de noviembre de 2011

Libertad - Jonathan Franzen

Hace unas semanas aparecía en la portada del dominical de El País un autor del que no había oído hablar nunca. Se le anunciaba como el renovador de la novela. Ese escritor era Jonathan Franzen y el artículo elogiaba su última novela: Libertad.
Desde ese momento me propuse hacerme con la novela. Tarde unos días, pero por fin apareció en los escaparates de las librerías con la vitola de "el acontecimiento literario del año".
Suele ocurrir que cuanto más alta es la expectativa que llevas al acercarte a una novela (en realidad pasa lo mismo con cualquier actividad artística o cultural: películas, obras, ...) mayor suele ser la decepción.
Libertad narra la vida de una familia norteamericana, a lo largo de varias décadas. Ahonda en cada uno de sus personajes, en sus motivaciones, en sus comportamientos, en sus ideas y trata de justificarlos a través de todos los puntos de vista posibles.
La familia en sí es todo lo rara y todo lo normal que pudiera ser cualquiera, lo importante es cómo se adentra en un entramado de causas-efecto para justificar la personalidad de cada uno de sus miembros.
En todo ese ir y venir, aparecerán críticas a la sociedad americana, sobre todo a partir del 11-S y una serie de ideas extremas sobre aspectos como la política, medio-ambiente, arte, sociedad,... Aunque de fondo planea la reflexión sobre el concepto de Libertad y hasta donde es recomendable llevarla.
La estructura del libro es original. Comienza con un capítulo introductorio que hace una foto fija de la familia, para luego pasar a un diario en tercera persona de la madre. Siguen una serie de capítulos que desarrollan las actividades de los miembros principales de la familia, para finalizar con otro fragmento de diario y una foto final.
La crítica lo ha puesto por las nubes, y no quisiera ser yo quien lo bajara al suelo, pero resulta excesivamente analítico, frío. Lo que cuenta es muy interesante, pero tanto análisis hace que no te apetezca seguir leyendo. Vamos, que podría pasar por un libro de sociología novelado. Tiene partes geniales, pero otras se hacen muy pesadas y la visión de conjunto no queda del todo bien.
Además, supongo que el EEUU es necesario reflexionar sobre las libertades individuales y colectivas y sobre si poner límites a la libertad (aunque parezca un contrasentido), sobre todo después del 11-S. Pero creo que en Europa estamos más que escamados de esas reflexiones. Creo que por aquí asumimos mejor que la defensa de la libertad tiene un límite, porque como nos enseñan en la escuela "La libertad de uno termina donde empieza la del otro". Esto hace que hasta el tema central quede un poco hueco, que no aporte nada.
Sea como fuere, sus casi 700 páginas (llenitas de letras), son aptas solamente para grandes lectores; requiere tiempo y esfuerzo.




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