"Delirio", del escritor israelí David Grossman, es una novela breve; y como suele ocurrir con este tipo de relatos, es mucho más libre e imaginativo que una novela larga. En sus poco más de 200 páginas nos mantendrá dentro de un coche, ocupado por dos personas: un hombre con una pierna escayolada en el asiento trasero y su cuñada que conduce.
¿Dónde van? A buscar a la mujer del protagonista, a una casa apartada, a la que suele ir todos los años unos días para estar sola.
¿Por qué? Porque nuestro protagonista está convencido que en realidad no está sola allí, sino que está junto con su amante.
Y es que "Delirio" es un relato que nos muestra cómo los celos son capaces de hacernos creer cosas que, de un modo racional no se sostienen; o bien tienen otras muchas explicaciones mucho más creíbles que la infidelidad. Pero la persona celosa no puede dejar de crear situaciones que explican todo lo que no entiende, para que la historia cuadre y así demostrar que su pareja le engaña. En este caso el razonamiento se basa en que su mujer sale todos los días para nadar y vuelve una hora más tarde, relajada y con el pelo mojado.
Grossman va ha mostrarnos la historia de un modo muy libre. Entremezclando conversaciones entre los ocupantes del coche, con recuerdos y razonamientos de ambos así como sueños que de nuestro protagonista. Esto provoca que te metas con cierta facilidad en su mente y seas capaz de sentir su angustia y su impotencia.
Me parece una lectura recomendable, pero quisiera advertir que no se lee al uso. Es necesario dedicar mucha atención a cada frase, a cada palabra, como si leyéramos poesía, porque en ellas se esconden todos los matices del relato. Por lo tanto, no es un libro fácil de leer, pero el esfuerzo merece la pena.
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