Desde que el curso pasado os recomendé 1Q84 de Haruki Murakami, o mejor dicho os recomendé que la leyerais una vez que la tercera parte estuviese publicada, llevo intentando elegir una obra de este autor que os pueda recomendar y que no requiera tanto tiempo ser leía.
Hace unos meses se estrenó la película basada en la novela de Murakami: Tokio Blues (Norweian Wood) y por ese motivo me animé a leerla. Y he de reconocer que me alegra comprobar que la sensación que produce una vez que la terminas es muy parecida a la que produce 1Q84.
El modo de narrar de Murakami es tranquilo, sereno, casi musical. Sus historias profundizan en las verdades humanas, siempre desde el punto de vista oriental. Y este hecho hace que muchas de las vivencias de los protagonistas de sus obras nos resulten sorprendentes.
En este caso es una historia de amor, o mejor dicho de amores. Narra la relación de un chico con la que era novia de su amigo, que se suicidó. Cuenta como entre ambos nace un amor especial, muy diferente al que la chica tenía con su amigo. Un amor complejo que absorberá al protagonista. Aunque la aparición de una segunda mujer, una segunda relación viene a complicarlo todo un poco más.
En definitiva el protagonista entre ambas mujeres descubre la vida, el amor, la muerte y trata de comprender la complejidad de todas esas realidades.
Está narrado de modo lineal, aunque entremezcla recuerdos e historias paralelas. Esto es marca de la casa, Murakami siempre entremezclará otras historias contadas o leídas por sus personajes, así como una buena dosis de música. En este caso se centra en los Beatles y en una de sus canciones: Norwegian Wood. Esta va a ser la melodía que va a traer a la memoria del protagonista el recuerdo de lo vivido.
Es, por lo tanto una reflexión sobre el amor y la vida, narrada de modo tranquilo, desde el punto de vista oriental. No puedo asegurar que enganche, pero tiene algo que hace que quieras saber qué va a pasar después.
Por último lo recomiendo sobre todo a quienes les gusten las lecturas reflexivas y puedan dedicarle un poco de tiempo. Para que me entendáis, Javi Nieves, el de Cadena 100, hablando de la película la definió de las de "ver crecer la hierba", y no le falta razón.
Pese a todo, creo que en este mundo; donde perseguimos el hecho concreto y la recompensa inmediata, es imprescindible que de vez en cuando le dediquemos un poco de tiempo a la filosofía. Y este tipo de novelas nos ayudan a parar la realidad cotidiana y a dedicarte un poco de tiempo a las grandes verdades de la vida.
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