lunes, 18 de junio de 2012

El amante uruguayo. Una historia real - Santiago Roncagliolo

Habrá muchos lectores que se acerquen a este libro por la polémica que ha despertado. Otros lo harán por la figura de Federico García Lorca que aparece en su portada. Curiosamente, yo lo he hecho porque me gusta el modo de escribir de Santiago Roncagliolo, del que os he comentado hace más de un año "Tan cerca de la vida".
El libro trata de despejar un misterio. Es un libro encargado a Santiago Roncagliolo para analizar la figura del que se presenta como amante uruguayo de Federico García Lorca, que no es otro que Enrique Amorim; un escritor casi desconocido fuera de Uruguay.
Amorim, entre otras cosas, mandó hacer un monumento funerario para albergar los restos mortales de Federico García Lorca en Salto, Uruguay. El misterio que el libro trata de resolver es si realmente están allí los restos del poeta granadino.
Por el camino nos irá relatando las idas y venidas del escritor. Sus amistades, sus relaciones con otros artistas, entre los que, además de Lorca, figuran Picasso, Chaplin, Quiroga, Borges,...
Iremos descubriendo, de la mano de Roncagliolo, las virtudes y defectos de un personaje obsesionado por figurar y por pasar a la historia, de un modo u otro.
El libro está bien escrito, aunque en realidad se fundamenta en los diferentes sucesos de la vida de Amorim, y no tanto en su relación con Lorca, a la que dedica solamente una parte. Esto hace que el resto se haga por momentos pesado.
La estructura es sencilla y viene marcado por la misma vida del escritor uruguayo. Fue un hombre muy preocupado por cultivar amistades dentro de los círculos culturales latinoamericanos y europeos, por lo que el libro lo que hace es ir contextualizando cada una de esas relaciones. Nos presenta al personaje en cuestión, su realidad en el momento en el que coincidió con Amorin, y las consecuencias de esa relación.
Así, irá pasando por todas las anécdotas de su vida, dejando en el fondo un poco de incredulidad, dado que cuanto más se profundiza en la vida de Amorim, más nos damos cuenta de que fue un gran fabulador, y que la mayor parte de lo que se sabe de él, es difícil de demostrar.
Un libro, en definitiva, para amantes de la historia. Interesante porque nos muestra la dimensión humana de varios personajes fundamentales del siglo XX, pero un poco pesado para los que la historia no tiene demasiado interés.

lunes, 11 de junio de 2012

El temblor del héroe - Álvaro Pombo

En pocas ocasiones desde que escribo este blog me he visto en la circunstancia de no recomendar a nadie un libro. Siempre acabo encontrando algún tipo de lector al que pienso que le puede gustar. Pero hay ocasiones en los que uno lee libros que no hay por dónde cogerlos, y esta es una de ellas. Y lo más sorprendente (o tal vez no tanto) es que es de un escritor consagrado y ha recibido un premio importante.
"El temblor del héroe" de Álvaro Pombo ha recibido el Premio Nadal 2012. Ese fue el primer motivo que me animó a leerlo. El segundo, su tamaño. Sus poco más de 200 páginas me invitaban a pensar que se trataba de un libro original, diferente, como suelen ser las novelas breves, de las que en alguna ocasión ya me he declarado un ferviente defensor. Pero nada más allá de la realidad.
La novela trata una situación sencilla. Tenemos un profesor de filosofía retirado, unos antiguos alumnos con los que aun mantiene relación (de hecho las únicas personas que parece que todavía quieren tener trato con él) y un joven periodista que le conoce y que entra en su vida junto con un compañero del pasado.
A partir de ahí, Pombo empieza a meter citas y razonamientos filosóficos en todos los encuentros y conversaciones que tienen los personajes, analizando hasta la saciedad todas las circunstancias y tratando de ver una profundizad artificial en situaciones, por otro lado, relativamente cotidianas. Si a esto le sumamos una serie de citas en latín y en inglés sin traducir (siento decir que conozco a pocas personas que dominen ambos idiomas al tiempo, o saben algo de latín o de inglés) hacen que una novela breve se haga eterna. Y todo para no llegar a nada.
En alguna entrevista he oído comentar al autor que pretendía mostrar cómo la sociedad actual ha perdido la profundidad en sus actos, ha perdido la filosofía. Es posible, pero considero que una sobredosis de la misma, en una historia demasiado breve y sencilla, no viene a solucionar el problema.
En definitiva, no la recomiendo a nadie. Ni siquiera a los amantes de la filosofía, pienso que tampoco les aporta nada.

lunes, 4 de junio de 2012

El retrato de Dorian Gray- Oscar Wilde

"El retrato de Dorian Gray" de Oscar Wilde, es una de esas novelas que todo amante de la literatura debe leer, pero a su debido tiempo. Lo digo porque yo la tenía dentro de las "inposibles de pasar de la página 50", sobre todo porque la traté de leer a los 13, siguiendo la recomendación de un profesor de Lengua que sabía más de literatura que de la capacidad de un adolescente para comprender a Wilde.
Y es que muchas veces nos vemos inmersos en la duda de si recomendar literatura a los niños y/o adolescentes o no. A favor suelen estar los que defienden que ayuda a su madurez cultural; y en contra los que pensamos que provoca que se aborrezca la lectura.
El caso es que con motivo de las Jornadas Culturales que, como cada curso, celebramos en el CEA Antonio Herrera de Cuéllar; decidimos proyectar la película de Dorian Gray, lo que me animó a volver a intentar leerla. (Aprovecho la ocasión para avisar a los posibles estudiantes que les hayan pedido que se lean la novela y piensen que con ver la película es suficiente, de que no tiene demasiado que ver: el argumento está resumido y modernizado, incluso añade cosas que no están en el libro. Así que sintiéndolo mucho, os tendréis que leer).
Y ahora, a mis treinta-y-tantos, he descubierto una de las lecturas más profundas y universales que me he echado encima en los últimos tiempos. El argumento es sencillo: un pintor hace un retrato a un apuesto joven (Dorian Gray), y un amigo del pintor aprovecha la ocasión para elogiar tanto la belleza del retrato, como la del modelo. Estos elogios le llevan a la paradoja de que el retrato seguirá mostrando la belleza de Dorian Gray al tiempo que él envejece y se deteriora. Surge la reflexión sobre el valor de la belleza y la juventud. Y el deseo, por parte de Dorian de no envejecer y de que sea el cuadro el que lo haga.
A partir de aquí irá comprobando como los estragos de una vida entregada al placer se hacen palpables en el retrato y no en su aspecto, lo que le lleva a una vida desmedida, llena de lujo y placeres mundanos.
De fondo queda la reflexión sobre la idoneidad de la eterna juventud, de la mesura de los placeres y la responsabilidad en la vida y la necesidad de la belleza.
Una reflexión profunda y que no lleva a ninguna conclusión, salvo la certeza de que todos los modos de vivir tienen sus ventajas e inconvenientes.
Una lectura, en definitiva, recomendada para los amantes de la literatura, con la madurez suficiente como para comprender lo que supone el paso del tiempo y con la necesidad de plantearse varias de las grandes cuestiones de la vida.